Tú, que has estado ahí desde mi “siempre”,
que antes de hablar, incauta te contemplaba,
que tras un “95” te acercaste y me aferré,
y desde entonces ahí he estado, en ti me quedé
Tú, que has sido cruda y pasivamente cruel,
como una abrupta explosión de cristales,
y que en varias ocasiones, tal vez usándote,
a diversas y desiguales pieles sin contacto ericé.
Tú, que has sido blanca, cándida e inocente,
como quien tras dibujar un beso, se esconde,
has sido alas, viento, verdor y luz iridiscente,
has sido más que “Temporary Peace” a las 7 a.m.